Que si dos veces me caigo, tres me vuelvo a levantar. Que no he llegado hasta aquí para tirar la toalla y que no pienso
rendirme a estas alturas de la película. Aprendí con el tiempo que si no aprovechas las oportunidades ya llegará otro más listo que te las arrebate. Aprendí también a ponerle buena cara a los gilipollas y a llorar de alegría. Que el que no arriesga no gana, y el que no juega se queda sin cartas.
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